Conseguir una temperatura estable mejorando nuestro bienestar y confort en nuestro hogar.

(como un paquete de leche que tiene aluminio en la composición de su empaque, de esta manera se mantiene la temperatura estable, lo que hace que la leche no se eche a perder).

Al mantener aislada la temperatura interior de la exterior, permite que el consumo para calentar o enfriar la casa sea siempre menor, lo que se traduce en un ahorro energético.

Al ahorrar en energía estamos reduciendo nuestra huella de carbono.

Cierta humedad y su condensación aparecen por el fenómeno de las “paredes frías”, es decir, no es conveniente que las paredes de una estancia tengan una temperatura inferior a los 10ºC, sobre todo cuando el clima es húmedo. Esto se puede lograr instalando aislamiento para evitar este fenómeno.

Los aislantes reflectivos tienen un espesor reducido lo que te permitirá tener una mayor superficie habitable.